“ Quien practique la Postura sobre la Cabeza tres horas diariamente,
conquista el tiempo”. (Yoga Tattwa Upanishad)
Entre todas las posturas de yoga, SIRSASANA es considerada desde hace miles de años y por los libros más antiguos de la materia como “el rey de todas las ‘asanas’. No en vano, cuando nacemos es la cabeza lo primero que aparece en el mundo”.
Cómo SE hacE:

- Apoyar los codos en el suelo y con cada mano tomamos el brazo contrario. Esta es la medida de separación de los codos que no deberán separarse durante la ejecución de la postura.
- Manteniendo los codos en su sitio las manos se entrelazan.
- Se apoya la cabeza en el suelo de forma confortable y segura. Las manos hacen de tope para la cabeza, dando estabilidad a la proyección.
- Seguidamente estiramos las piernas y caminamos pequeñitos pasos con los pies en dirección a la cabeza, hasta que el tronco quede en vertical. Atención!!! no sobrepasar el centro de gravedad porque rodaremos haciendo una voltereta.
- Con el tono del abdomen elevaremos las piernas. Es una la fase delicada por el riesgo de caernos si tomamos demasiado impulso, por lo que es conveniente que el profesor-a esté atrás hasta que tengamos seguridad. (consultar las imágenes)
- Una vez estabilizado el cuerpo podemos elevar las piernas.
En algunas escuelas el aprendizaje se hace con la ayuda de la pared, sin embargo en otras escuelas se prefiere hacer la voltereta tantas veces como sea necesario hasta que el alumno-a adquiera equilibrio.
PONER ATENCIÓN A:
Está contraidicada en casos de:
- Lesiones en el cuello
- Glaucoma
- Lesiones en la espalda
- Menstruación
- Problemas coronarios
En caso de embarazo se puede practicar siempre que la persona esté bien acostumbrada a ella. Se recomienda no comenzar la práctica de esta postura en embarazadas que no la hayan practicado antes.
No debe practicarse sin la supervisión de un profesor de yoga.
Variaciones sobre la postura:
Beneficios:
- La práctica regular de Sirsasana hace circular una corriente de sangre pura y sana a través de los células cerebrales, rejuveneciéndolas.
- Asegura aporte de sangre adecuado para el riego de las glándulas pituitaria y pineal del cerebro. El crecimiento, la salud y vitalidad depende del correcto funcionamiento de estas dos glándulas.
- Mejora la memoria, la concentración y perfecciona el funcionamiento de todos los órganos sensoriales.
- Regula el funcionamiento del sistema respiratorio.
- Descansa profundamente las venas de las piernas y previene contra varices.
- Colabora en la descongestión de los órganos abdominales.
- Equilibra el funcionamiento glandular en general.
- Aumenta la capacidad de resistencia del organismo.
- Fortalece la espina dorsal.
- Tonifica extraordinariamente todos los músculos del tronco, del cuello y de los brazos.
- Su dominio aporta serenidad y equilibrio físico y mental.